Al
inicio de la Segunda Guerra Mundial, el Ejército británico tenía
dos armas antitanque de infantería principales: el Fusil
antitanque
Boys
y
a granada de fusil Nro.
68.
Sin
embargo, ninguna de estas dos eran armas antitanque particularmente
efectivas. La Granada Nº68 había sido diseñada para dispararse
desde una bocacha que se montaba en el cañón del fusil, por lo que
era demasiado ligera para producir daños significativos y tenía un
alcance muy corto, siendo rara vez empleada en combate.
El
fusil Boys también era inadecuado como arma antitanque; era pesado,
lo que dificultaba su empleo efectivo por la infantería, además de
obsoleto; hacia 1940, solamente era efectivo a corta distancia contra
autos
blindados y
tanques ligeros. En noviembre de 1941, durante la Operación
Crusader en
el frente africano,
los oficiales del Octavo Ejército británico descubrieron con
estupor que el fusil Boys era incapaz de destruir ningún tipo de
tanque alemán.
Projector, Infantry, Anti-Tank o PIAT |
Debido
a estas limitaciones, se hizo necesaria la adopción de una nueva
arma antitanque de infantería, la cual fue el Projector,
Infantry, Anti-Tank
o PIAT. Los origenes del PIAT se remontan a una fecha tan lejana como
1888, cuando el ingeniero estadounidense Charles
Edward Munroe llevaba
a cabo experimentos con algodón-pólvora
y
descubrió que el explosivo podía causar un daño mucho mayor si
tenía una concavidad dirigida hacia el blanco. Conocido como "Efecto
Munroe", fue perfeccionado por el científico alemán Egon
Neumann, que observó un aumento del daño producido si se forraba la
concavidad con metal.
Hacia
la década de 1930, el ingeniero suizo Henry Mohaupt había
continuado el desarrollo de esta tecnología y produjo municiones de
carga
hueca.
Estas consistían en un cono invertido situado en el interior de un
proyectil explosivo; cuando este impactaba en el blanco, su carga
explotaba y convertía el cono en un chorro de metal líquido con
alta velocidad. La velocidad y la inmensa presión producida por la
explosión, ayudaban al chorro de metal líquido a crear un pequeño
agujero en el blindaje y transmitir una gran onda expansiva junto con
grandes cantidades de esquirlas al interior del blanco. Esta era la
tecnología empleada en la granada antitanque Nro. 68.
A
pesar que la tecnología existía, los diseñadores británicos
debían desarrollar un sistema que pudiera lanzar munición de carga
hueca de mayor tamaño y alcance que la granada Nro. 68. Al mismo
tiempo que Mohaupt estaba desarrollando municiones de carga hueca, el
teniente
coronel de
la Royal Artillery Stewart Blacker estaba investigando la posibilidad
de desarrollar un mortero
de
pelotón
ligero.
Sin
embargo, en lugar de emplear el sistema convencional de disparar el
proyectil desde un cañón fijado a una base, Blacker deseaba emplear
el sistema del mortero de espiga. En lugar de un cañón, había una
varilla de acero conocida como "espiga" fijada a una base,
mientras que el proyectil llevaba la carga propulsora dentro de su
cola. Cuando el mortero era disparado, el proyectil era empujado
contra la espiga, que detonaba la carga propulsora y lo lanzaba hacia
el blanco.
Al
poner efectivamente el cañón en el interior del arma, el diámetro
de este ya no representaba un límite al tamaño del proyectil.
Blacker eventualmente diseñó un mortero ligero al que llamó
"Arbalest" y lo envió a la War Office para ser probado,
pero fue rechazado en favor de un mortero de diseño español
(mortero Valero).
Sin
amilanarse, Blacker continuó con sus experimentos y decidió tratar
de inventar un arma antitanque portátil basada en el sistema de
espiga, pero descubrió que la espiga no podía generar la velocidad
necesaria para penetrar blindajes. No abandonó este sistema y
eventualmente creó la Bombarda
Blacker,
un mortero de espiga montado sobre un pivote, que podía lanzar un
proyectil de 9 kg (20 libras) a una distancia de 91 m (100 yardas); a
pesar que sus proyectiles no podían penetrar blindajes, eran capaces
de provocar severos daños a los tanques, siendo suministrado en
grandes cantidades a la Home Guard británica en 1940 como arma
antitanque de emergencia.
Bombarda Blacker |
Al
enterarse Blacker de la existencia de munición de carga hueca, se
dio cuenta que era exactamente el tipo de munición que necesitaba
para desarrollar un arma antitanque portátil, ya que el poder de
esta dependía de su carga explosiva y no de la velocidad a la que
era disparada.
Entonces
Blacker desarrollo una granada de carga hueca con la mezcla
propulsora en su cola, la cual encajaba en un lanzador disparado
desde el hombro que estaba compuesto por un cilindro metálico que
contenía un gran muelle y la espiga; la granada era puesta en una
batea situada en la parte delantera del cilindro y, al ser apretado
el gatillo, la espiga impactaba en la cola de la granada,
disparándola desde la batea a una distancia aproximada de 140 m.
Blacker llamó a esta nueva arma "Bombarda Baby" y la
presento a la War Office en 1941.
Sin
embargo, al ser probada demostró tener una serie de problemas; un
reporte de la War Office de junio de 1941 indica que el cilindro es
débil y que la espiga no siempre es lanzada cuando se aprieta el
gatillo, además del hecho que ninguna de las granadas empleadas
estallaron al impactar el blanco.
Projector, Infantry, Anti-Tank o PIAT |
Durante
el desarrollo de la Bombarda Baby, Blacker estaba trabajando para una
agencia gubernamental llamada MD1, que se encargaba del desarrollo y
suministro de armas para las guerrillas y grupos de resistencia de la
Europa Ocupada.
Poco
tiempo después de la prueba de la Bombarda Baby, Blacker fue
trasladado a otro puesto, dejando el arma antitanque en manos de un
colega de la agencia, el Mayor
Millis
Jefferis.
Jefferis
desmontó el prototipo de la Bombarda Baby en el suelo de su oficina
del MD1 y lo volvió a montar, combinándolo con una granada de
mortero con carga hueca para crear lo que el llamaría "Cañón
de Hombro Jefferis". Él tenía una pequeña cantidad de
prototipos de proyectiles antiblindaje
HEAT,
así que llevó el arma para ser probada en la Escuela de Armas
Ligeras de Bisley.
Un
oficial llevó el Cañón de Hombro a un polígono de tiro, lo apuntó
hacia un blanco blindado y apretó el gatillo; este agujereó el
blanco, pero desafortunadamente también hirió al oficial con una
esquirla de su proyectil, que rebotó y lo impactó.
Jefferis
ocupó el lugar del oficial herido y disparó varias granadas, las
cuales perforaron el blanco blindado y no lo hirieron. Impresionados
por el arma, la Comisión de Municiones de la Escuela de Armas
Ligeras ordenó corregir los defectos de su munición y rebautizaron
al Cañón de Hombro como
Projector, Infantry, Anti–Tank
(PIAT), al mismo tiempo que ordenaban su distribución a las unidades
de infantería como un arma antitanque portátil. La producción del
PIAT empezó a finales de agosto de 1942.
Por
su labor, Blacker recibió 25000£ de la Comisión de Inventos.
Projector, Infantry, Anti-Tank o PIAT |
El
PIAT medía 0,99 m y pesaba 15 kg, con un alcance efectivo de 91 m y
un alcance máximo de 690 m .
Era
transportado y empleado por un equipo de dos hombres.
El
lanzagranadas PIAT era un tubo construido de chapa de acero delgada,
que contenía el gatillo y el muelle disparador. En la parte
delantera de este se hallaba una pequeña batea en donde se situaba
la granada, para ser lanzada por la espiga que iba a través del tubo
y sobresalía en la batea.
El
otro extremo del lanzagranadas estaba almohadillado para poder
apoyarse en el hombro del tirador, mientras que sobre el tubo se
hallaba instalado un rudimentario sistema de puntería; las granadas
lanzadas por el PIAT tenían colas huecas, en el interior de las
cuales se insertaba un pequeño cartucho propulsor, así como ojivas
de carga hueca.
Para
poder disparar el arma se debe amartillar su mecanismo de disparo,
que básicamente es un gran muelle, lo cual era un proceso sumamente
difícil. El tirador primero debe apoyar el PIAT sobre su culata,
luego poner ambos pies sobre la parte almohadillada y girar el arma
para abrirla y al mismo tiempo fijar la espiga al extremo del tubo;
luego el tirador debía agacharse y jalar hacia arriba el cuerpo del
arma, comprimiendo así el muelle y amartillándola. Una vez hecho
esto, el cuerpo del arma era bajado y girado para volver a unirlo al
resto del arma, para luego disparar el PIAT. Los tiradores de pequeña
estatura muchas veces tenían problemas para efectuar esta operación,
ya que no tenían la suficiente altura para tirar hacia arriba el
cuerpo del arma y así amartillarla; también era una operación
difícil de efectuar estando echado en el suelo sí se empleaba
durante un combate. Cuando se apretaba el gatillo, el muelle
impulsaba la espiga hacia adelante y la insertaba en la cola de la
granada, detonando su carga propulsora y lanzándola desde la batea.
El retroceso producido por la detonación de la carga propulsora
empujaba a la espiga hacia atrás contra el muelle, amartillando
automáticamente el arma para poder abrir fuego nuevamente, aunque
esto producía severas rozaduras en el hombro del tirador.
El
entrenamiento para emplear el PIAT ponía énfasis en su empleo desde
una trinchera para poder ocultar al equipo de tiradores y siempre que
sea posible, atacar los flancos y la parte posterior de los tanques
enemigos. También era posible emplear el PIAT como un mortero
improvisado, apoyando su culata en el suelo, otorgándole al arma un
alcance aproximado de 270 m. El PIAT también era frecuentemente
empleado para destruir posiciones enemigas situadas dentro de casas o
búnkeres. A pesar de las dificultades en amartillar y disparar el
arma, esta tenía varias ventajas: su cañón no precisaba ser
reemplazado o estar hecho con materiales de alta calidad que eran
difíciles de producir, casi no tenía un fogonazo que pudiese
delatar la posición de los tiradores y el tamaño de su cañón le
permitía emplear granadas de gran calibre. Sin embargo, el PIAT
tenía desventajas. Era muy pesado y voluminoso, por lo que fue muy
poco popular entre las tropas británicas y de la Commonwealth
equipadas con este. También tenía problemas con el poder de
penetración de sus granadas, a pesar que en teoría el PIAT era
capaz de penetrar 100 mm de blindaje a 91 m, siendo probado en
combate durante la invasión Aliada de Sicilia y confirmado tras unas
pruebas llevadas a cabo durante 1944. Durante estas pruebas, un
tirador experimentado no fue capaz de impactar un blanco a 91 m en el
60% de los casos; mientras que las espoletas defectuosas provocaron
que solamente el 75% de las granadas disparadas detonen al impactar
el blanco. Un análisis por parte de los oficiales británicos a las
fases iniciales de la Campaña de Normandía descubrió que de todos
los tanques alemanes destruidos por tropas británicas, un 7% de
estos habían sido atacados con PIAT, frente al 6% destruidos por
cohetes de los Hawker Typhoon. Pero también observaron que una vez
que los tanques alemanes fueron equipados con planchas de blindaje
extra que detonaban los proyectiles de carga hueca antes que puedan
penetrar el blindaje, la efectividad del PIAT se reducía
considerablemente.
Projector, Infantry, Anti-Tank o PIAT |
El
PIAT entró en servicio con unidades británicas y de la Commonwealth
a mediados de 1943, siendo empleado en combate por primera vez por
tropas canadienses durante la invasión Aliada de Sicilia. En la
organización de un pelotón británico de 1944, compuesto por 36
hombres, había un solo PIAT agregado al cuartel general de este, al
lado de un destacamento armado con un mortero de 2 pulgadas (40 mm).
Tres PIAT eran asignados a cada compañía, lo cual permitía un arma
para cada pelotón. Los Comandos del Ejército británico y los Royal
Marines también fueron equipados con PIAT y los emplearon en
combate.
El
PIAT fue empleado en todos los frentes donde sirvieron tropas
británicas y del Commonwealth, permaneciendo en servicio hasta
inicios de la década de 1950, cuando fue reemplazado por el bazoca
estadounidense. El Ejército australiano empleó brevemente PIAT al
inicio de la Guerra de Corea junto a bazocas calibre 2,63 pulgadas,
pero reemplazó rápidamente ambas armas con el M20 "Super
Bazoka" calibre 3,5 pulgadas. Como parte del acuerdo Lend-Lease,
entre octubre de 1941 y marzo de 1946 la Unión Soviética recibió
1.000 PIAT y 100.000 granadas. El PIAT también fue empleado por
grupos de resistencia en la Europa Ocupada. Fue una de las diversas
armas empleadas por los resistentes polacos durante el Alzamiento de
Varsovia contra las tropas alemanas. Y en la Francia Ocupada, la
Resistencia francesa empleaba el PIAT como un sustituto de morteros o
cañones. Tras la Segunda Guerra Mundial, la Haganah israelí empleó
PIAT contra los tanques árabes durante la Guerra árabe-israelí de
1948.
gurkha Ganju Lama |
Seis
miembros de las Fuerzas Armadas británicas y del Commonwealth
recibieron la Cruz Victoria al usar el PIAT en combate. El 16 de mayo
de 1944, el fusilero Francis Arthur Jefferson empleó un PIAT para
destruir un tanque Panzer IV y así repeler un contra-ataque alemán
lanzado contra su unidad, que estaba tomando por asalto una sección
de la Línea Gustav. Durante las primeras fases del Desembarco de
Normandía el 6 de junio de 1944, el Sargento-Mayor Stanley Elton
Hollis empleó un PIAT para atacar un cañón de campaña alemán. El
tercer soldado en ser condecorado con la Cruz Victoria fue el
fusilero gurkha Ganju Lama, quien empleó un PIAT el 12 de junio de
1944 para destruir varios tanques japoneses que bloqueaban el avance
de su unidad en una zona de Birmania.
Durante la Batalla de Arnhem,
entre el 19 y el 25 de septiembre, el Mayor Robert Henry Cain empleó
un PIAT para detener un tanque Tiger I que avanzaba hacia las
posiciones de su compañía, forzando a otros tres tanques Panzer IV
a retirarse durante un posterior asalto. El quinto militar en ser
condecorado con la Cruz Victoria fue el Soldado Ernest Smith, este
empleó un PIAT para destruir un tanque alemán y repeler un ataque
contra su unidad, que estaba asegurando una cabecera de puente sobre
el río Savio. Finalmente, el 9 de diciembre de 1944, el capitán
John Brunt empleó un PIAT, junto a otras armas, para ayudar a
repeler un ataque de la 90.ª División Panzergrenadier contra su
unidad en Italia.
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